Mi bienamada bolsa de dados DE CUERO. Amor mío, a mis brazos. |
En mi sistema (que yo llamo Sistema Valle), para resolver una acción, deben lanzarse el dC (dado de característica) y el dH (dado de habilidad) juntos y sumar el resultado para superar una dificultad establecida por el master (clásico y eficaz), que habitualmente es 8. Superar o fallar esta dificultad por 4 u 8 puntos mejora o empeora respectivamente la calidad del éxito o fracaso.
Los atributos si que tendrían un valor numérico para calcular algunas características secundarias. Un 1 equivaldría a 1d4, un 2 a 1d6, un 3 a 1d8 y así. En teoría, el límite para un humano sería 5 (1d12). Se calcularían aleatoriamente con el lanzamiento de 1d6 (1= 1d4, 2-3= 1d6, 4-5= 1d8, 6= 1d12) de manera que se favorecen los resultados neutrales y no tanto los extremos (estoy planteándome también un reparto por puntos, pero siempre me ha gustado cierta aleatoreidad a la hora de crear un personaje).
Existiría un tercer "atributo", la Suerte. Como máximo un personaje puede empezar con 3 puntos de Suerte (se calculan de manera distinta al resto de los atributos), siendo 1 lo más común con diferencia. Estos puntos sirven para repetir una tirada o salvar milagrosamente la vida de un personaje. Se recuperan a razón de 1 por amanecer. Pueden ser también negativos (aunque en el caso de los personajes es muy raro) y funcionarían justo de la misma manera, pero en contra del jugador, siendo el master quién dispusiera de ellos.
Talento: Un Bikini es Suficiente |
Por supuesto, sería posible la inclusión de Taras, que funcionarían de forma inversa a los talentos, dando penalizadores a cambio de la elección de un nuevo Talento (si la Tara no es muy exagerada se pueden coger dos menores para que pueda conseguirse un nuevo Talento). Igualmente las Taras deben ser narrativas y de acuerdo con el personaje. El mismo enano borrachín pudo haber recibido en una de sus peleas una Herida que Nunca Terminó de Sanar, o el monje podría haberse Arrancado la Lengua como muestra de la devoción por su orden.
El último aspecto sería la inclusión de los Rasgos de Carácter, elementos mayormente narrativos. El jugador podría escoger cierto número de estos rasgos (colérico, bondadoso, bocazas... lo que se os ocurra) para describir a su personaje. En los momentos críticos, culminantes, de una partida o campaña estos rasgos deberían darles algún beneficio a los jugadores. Esto lo decidirá el master, pero los jugadores son libres de decirle a este si no cree que sería buen momento de emplear su rasgo Colérico contra el malo malísimo que tantas putadas les ha hecho para obtener un +2 o lo que toque en ese ataque. Estos Rasgos no deberían ser utilizados nunca de forma regular, si no en momentos puntuales y que queden bien en la historia. Pueden ser utilizados negativamente también, pero esto no es Fate, no se le puede obligar a nadie a hacer nada en base a un Rasgo de Carácter (pero se espera que los jugadores actúen en consecuencia con estos) y el jugador no va a ganar nada a cambio, por lo que se espera que el master los utilice negativamente con el mismo criterio que con los beneficios (quid pro quo).
Un último apunte: aunque no lo vaya a explicar con detalle, decir que para el daño y las armas me he inspirado MUCHO en El Anillo Único (uno de mis juegos favoritos con diferencia).
Juegazo. |
En fin, espero haberlo explicado todo de forma más o menos clara, y me gustaría que me contaseis vuestra opinión en los comentarios, incluso si es negativa, pues espero mejorarlo y dirigirles alguna vez a mis jugadores una campaña entera con Valle.
Gracias, peregrinos. |
Sinceramente peregrino, una partida excepcional. Me ha encantado la ambientación y sinceramente, el sistema promete y mucho. Por lo que he leído en el post del sistema valle, tiene pinta de ser fácil, dinámico y sencillo de aprender. Tres cosas que se agradecen mucho a la hora de dirigir, ya que genera pocas dudas respecto al sistema y eso de no consultar la típica regla que no recuerdas…decelera mucho la partida. Lo del cambio de daño por efectos no lo he leído por ningún lado en la explicación del sistema, aunque es un gran acierto. Tampoco sé cómo va el combate, así que agradecería un poco de información. Lo de las dotes (o talentos), críticamente, creo que diferenciaría mas a los personajes entre sí. Y es que me he dado cuenta que los jugadores apenas perciben las diferencias numéricas. Que el personaje de Juan tenga Atletismo 5 y el de Pedro 4, no representa mucho para ellos. Pero la cosa cambia cuando el personaje de Juan tiene el rasgo, talento, capacidad o lo que sea, de “Pies para que os quiero” mientras que el de Pedro, es un “Alpinista profesional”. Una gran partida, acompañada de un sistema prometedor. Sin duda, me he quedado de ganas de más y te animo a que sigas con ella. Si necesitas algún cable cuenta conmigo, aunque sea para playtest ( Creo que va a ser Online, porque Madrid os pilla lejos).Por cierto, tu partida de ERA quedara en un segundo plano?.Un abrazo y siento esta parrafada. Era esto o escribir un blog, pero hay pereza…xD.
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