Este mes el Carrusel Rolero nos lo trae Senshi Shiroi, del Crítico Blanco.
Pues no es tontería esta pregunta. En mi caso siempre me había llamado la labor del DJ. Me considero un tipo bastante creativo, paso horas escribiendo, anoto ideas y dibujicos por todas partes, y me apasiona la fantasía. Me gusta crear historias. Y casi más me gusta contarlas.
Pues no es tontería esta pregunta. En mi caso siempre me había llamado la labor del DJ. Me considero un tipo bastante creativo, paso horas escribiendo, anoto ideas y dibujicos por todas partes, y me apasiona la fantasía. Me gusta crear historias. Y casi más me gusta contarlas.
Yo no diría que nací para máster, yo nací para cuentacuentos. Desde niño me encanta interpretar a todos los personajes cuando cuento una historia, poner las voces, realizar los gestos, crear identidades y patrones, escenarios y (casi lo que más) criaturas. Me pirra todo esto.
Y claro, cuando descubrí que existía una afición en la que podía aunar todo esto con la mayor facilidad y además compartirlo con los colegas, no hubo que repetírmelo dos veces. Al principio empecé como jugador, y tardé medio año en dar el salto hasta situarme detrás de la pantalla. Alguna vez ya he hablado de dicha ocasión. Mi máster habitual y un par de jugadores me dijeron que querían que dirigiera, y yo me puse a ello. Y bueno...
... los muy bastardos se me comieron vivo. Debo decir que no era tan mal director, se me daba bastante bien improvisar, de hecho, aunque tenía algunas faltas muy gordas (era todo un máster mamá). Pero digamos que no me tocaron los mejores jugadores para empezar como director, todos más experimentados que yo, tanto en cuanto a rol en general como en cuanto al sistema (D&D 3.5) y bastante munchkins y cabroncetes. La cosa acabó, como tenía que ser (se habían cargado la campaña entera, un jugador había convertido en malignos a todo el grupo y yo la verdad es que no quería seguir dirigiendo). Esta sensación de campaña fallida me duró un tiempo, hasta que volví a sentarme a la mesa un año más tarde, donde ya, habiendo aprendido de errores pasados y con algunas tablas más, las cosas fueron rodadas.
Yo he nacido para máster, como dijo el Aoren que con esa misma frase ha inspirado todo este Carrusel. Me gusta jugar, por supuesto, pero prefiero ver las tramas desarrollarse ante mi, inventar mecánicas, crear historias, ser cien personajes en una partida. Me encuentro más cómodo, es mi elemento. Y sinceramente, creo que soy bastante bueno.
Yo soy máster por puro afán creativo, ¿y vosotros?
Yo soy máster por puro afán creativo, ¿y vosotros?
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