La batalla había terminado, y todos estaban cubiertos de
heridas y magulladuras.
- ¿Lo veis?
Mucho más sencillo que tener que buscarlos uno a uno. - dijo Grom, ufano. Los otros no le dirigieron más que una hosca mirada.
Entraron
en la caverna con gran cuidado, tratando de no resbalar sobre el húmedo y
desigual suelo. Encontraron que había partes que habían sido allanadas con
torpes trabajos de cantería, tablas y barriles dispuestos como si de mesas se
trataran y piedras talladas que parecían servir como fichas de alguna clase de
bárbaro juego. Por todo el suelo había arrojados restos de animales, la mayoría
pequeños tales como conejos, ratas, pájaros y demás, pero, afortunadamente, ni
rastro de humanos. Había también una corriente de agua que los trasgos parecían
haber estado usando como letrina, y que dejaba patente su escasa puntería. No
se demoraron demasiado allí.
Ya se encontraban cómodos, antorchas en alto, pues no habían
encontrado más trampas y parecía claro que no quedaba nadie en casa, cuando
escucharon un hondo bostezo, seguido del grave retumbar de unos pasos que
hacían temblar la caverna entera.
-
Demonios... - murmuró el elfo.
El rugido de la criatura al detectar el olor de los intrusos
(una proeza notable teniendo en cuenta el hedor imperante) casi los dejó
sordos. A continuación los pasos comenzaron a sucederse con mayor rapidez y
violencia, haciendo que esquirlas de piedra cayesen del techo y las
estalactitas de mayor tamaño temblasen. Apenas tuvieron tiempo los aventureros
para prepararse cuando el trol más grande que habían visto hasta la fecha
acudió doblando un recodo, las enormes zarpas alzadas, la boca abierta mostrando
sus mortales colmillos, dispuesto a hacer pedazos a las frágiles criaturas que
habían invadido su guarida y matado a sus siervos. El elfo logró disparar una
flecha antes de que el trol llegase hasta ellos, pero fue escaso el daño que
produjo, y que sanó con rapidez. El trol se abalanzó sobre Al-Tazad, que se
había dispuesto en primera línea, haciendo crujir su escudo, su armadura
quedando hendida por la violencia de las garras del monstruo. Reaccionaron los
guerreros lanzándose a la carga, cubriendo el cuerpo de la criatura de cortes y
contusiones, que para su espanto sanaban casi al instante. Pero Ozymandias no
había estado ocioso. Tomando un vial de aceite, lo arrojó contra el trol, que
quedó empapado. La criatura debió sospechar al momento el plan del mago, pues
trató de abalanzarse sobre él para evitar que volase la antorcha. El golpe
abrió el hombro del hechicero, que a pesar del dolor aún tuvo fuerzas para
golpear a su enemigo con la antorcha. Hubo suerte, el aceite prendió, y las
heridas de la criatura se quedaron donde estaban mientras Grom y Al-Tazad,
apoyados por Lethalon en la distancia, abrían heridas por todo el cuerpo del
monstruo.
Aunque sufrieron graves heridas y el trol se defendió con la
violencia y la desesperación propias de una bestia acorralada, prevalecieron
las Espadas de Robleda al final. Grom cortó la cabeza del trol, decidiendo
llevársela como trofeo, mientras los demás curaban sus heridas lo mejor que
podían y se felicitaban por haber sobrevivido a tan difícil combate. Dentro de
la caverna hallaron el lecho del trol, y encontraron que junto a él se apilaban
todas las cosas de valor que los trols y su banda habían rapiñado de los alrededores.
No era un gran tesoro, cierto, pero serviría para mantenerlos durante un
tiempo, quizá para comprar alguna poción.
La cabeza fue expuesta a los habitantes de Villanías, que
aplaudieron emocionados las valientes acciones de sus salvadores. Isidro les
hizo entrega de la recompensa que les había prometido, y entre esto y lo que Camil Hojafuerte les había prometido, vieron los personajes que esta aventura no había sido en balde. Que están muy bien los aplausos y la gloria, pero que estos no pagan las copas ni el acero.
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Con esto terminamos el primer capítulo. He sido un poco inconstante, lo sé, pero es lo que tienen los exámenes de recuperación, te mantienen ocupado. Pretendo seguir con la historia, haciéndolo mejor si es posible, pero se trata de algo secundario, tengo mucho trabajo ahora mismo entre la uni, el blog y un proyecto de carácter realmente importante y naturaleza vinculante, así que no os extrañe que no salgan a menudo o que haya temporadas en las que parezca que se me ha tragado la tierra.
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