Esta pregunta resulta mucho más difícil de responder para alguien como yo, que ni siquiera llevo media década aún en esta afición. Estoy bastante seguro de que seguiré jugando, intentándolo al menos. Estaré rozando la treintena, por lo que espero tener la vida más o menos resuelta ya, con casa, trabajo y demás. Y eso significa tener un espacio ya dedicado a jugar y con un poco de suerte algo de tiempo para eso (si Carlos de la Cruz y Athal Bert pueden supongo que yo también).
Imagino que no estaré con mi actual grupo de juego. La mayoría habrán terminado sus estudios y se habrán marchado a otros lugares, seguramente nos separaremos. Eso siempre pasa. Pero nunca he tenido problemas enganchar a otras personas al hobby, así que supongo también que encontraré a otra gente con la que jugar.
Imagino que no estaré con mi actual grupo de juego. La mayoría habrán terminado sus estudios y se habrán marchado a otros lugares, seguramente nos separaremos. Eso siempre pasa. Pero nunca he tenido problemas enganchar a otras personas al hobby, así que supongo también que encontraré a otra gente con la que jugar.
Espero haber jugado para entonces una campaña como dios manda, con su principio y su final, haber terminado las Máscaras de Nyarlathotep, quizá haber hecho alguna colaboración con una editorial o incluso haber sacado algún producto propio. No sé qué habrá pasado con este blog, diez años es mucho tiempo. Si sigue en activo imagino que estaré reseñando juegos nuevos y repitiendo los buenos que eran los juegos de principios de los 10, que los de ahora son cosa muy rara con tanto dado sin números y aspectos, movimientos y cosas. Seguramente para la época empiece a despertar cierto movimiento old school (este con D&D 3.5 como bandera) al que me apuntaré sin dudarlo, orgulloso de ser ya un veterano de pleno derecho. D&D irá por su sexta o séptima edición, siendo o bien una mera reliquia ya agonizante, penoso recuerdo de tiempos más gloriosos, o bien habiéndose revitalizado, logrando encauzar de nuevo su filosofía de juego y negocio.
Otra posibilidad es que un terrible cataclismo acabe con la sociedad humana. Y si yo sobrevivo a ese cataclismo, estoy plenamente convencido de que seguiré jugando, dirigiendo partidas para alegrar un poco el ambiente.
Como todos, poca idea tengo sobre cómo estaré dentro de diez años, así que solo puedo lanzar el dado y confiar en que salga un crítico.
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